ָ࣪ ۰ ͙Ꮺ tus manos de suave tejido Ꮺ ָ࣪ ۰ ͙

siento el revoltijo este que se acentúa por cada vez que mi cabeza se reclina sobre su hombro tibio y allí sus manos, como un suave tejido, me bordan a pequeñas diamantinas, sin agujas, solo la textura de sus dedos trazando minuciosamente como si fuese un pétalo traído del viento. me recubre de colores al dejar sus huellas esparcidas. de matices según la emoción que envuelva al momento y lo tinte en su pleno apogeo. esta quietud que me embelesa los estribos, del caudal que viene y que con su tacto se va lejos, ya no vuelve, se pierde permanentemente porque entre sus brazos ya nada de eso halla cabida.

anidada a su regazo reafirmé el impacto del afecto que transforma, que se plasma como una segunda piel sin heridas. reboza de caricias las grietas, como tierra nueva por donde se camina sin apuros ni temblores, yaciendo en la plenitud que una vez que se hace propia, ya nunca más se anhela soltar. cuanto más me fundo en su cercanía, más son las ganas de pertenecer en la oleada de su voz profunda inundando mis oídos con palabras precisas y como sedas de azaleas que cosquillean entre mis cortas hebras. paulatinamente, llegan susurros afines a una melodía que se filtra por entre mi pecho conmovido, paseando de manera llana o en voluta hasta donde mi latido crece, se enloquece y se torna un acorde al son de los suyos.

allí quiero seguir adormecida de torso a dorso. volverme ese ovillo hundido y embriagado por su aroma hasta que todo se resida en mí, en mi ropa, en mis cabellos, en mi cuerpo, en todo mi ser. y si con eso no es suficiente, entonces buscaré que ese abrazo se vuelva tan duradero como eterno, sin tiempo que lo acorte o impida el derretirnos en conjunto. así, apretados, cobijados, la merecida acogida del instante mismo viviéndose para continuar sintiéndonos.