Cada vez más,
mi corazón se quiebra ante un egoísta deseo que lentamente me consume.
Un anhelo que crece, y se destruye a sí mismo.
Incomprendido.
Intangible.
Casi imposible.
Un deseo doloroso,
destructivo.
El peso de mis expectativas,
de mis sueños rotos,
y de miles de fracasos aún respiran en mi nuca,
esperando la inminente caída.
Sus gritos rasgan mi cordura,
desgastan mi moral.
Y aun así…
aun con tanto sufrir,
mi alma se aferra a ese ser:
a su mirada,
que se ha vuelto adictiva,
a su voz,
que entre susurros pide ayuda.
Su voz desgastada,
solitaria,
herida,
que aun por mí espera al fondo del abismo.
Mientras en su soledad,
la compañía encuentra.
El olvido cada vez está más cerca…
—Y si fracaso, si caigo también, tal vez… solo tal vez, pueda tener algo de ella;
tal vez el abismo que me aterra sea la salvación que me libere.
exclamó una pobre alma que ante el sufrimiento...
finalmente se rindió.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión