Quiero gritar pero el aire en mis pulmones se siente insuficiente, necesito descargar mi llanto en aullidos del dolor más feo que puede llegar a sentir un ser vivo. El ser abandonado, en cualquiera de sus formas, hiere hasta el fondo del eco de mi congoja desesperada. Todas las noches mientras miro la luna, se desprenden lagrimas de cristal salado de mis ojos, rasgados e hinchados por repetir este ritual cada santo día pero ... de mi boca no salen sonidos. Intento gritarle a los astros, enojada por lo que en nuestro destino senteciaron. Enmudezco, y no porque no tenga en mi mente un discurso ensayado, si pudiera vocalizar las palabras que mi boca calla, seguro me devolverian un destello tuyo aunque sea por un rato. Estoy segura de que así sería, porque no me imagino una estrella con tanta crueldad en su vida. Quizas algun dia vuelvan a brotar de mí melodias como lo hacen de un piano bien afinado, y les pueda decir cuanto te extraño y que el amor que tuvimos no tuvo ni un apice de "en vano".
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