Escribo sin saber escribir
Solo sé vomitar lo que siento
Colmar vacíos en cuadernos olvidados
Cuando no tengo fuerzas ni para sostenerlo
Se convierten en palabras digitales sin destinatario
Abandono mi refugio en pos del vértigo,
¿Cuál es el confort cuando ya no existe?
Si lo que fui ya no me pertenece,
Ya no es parte de mi
Extravié el arte de pintar para escapar,
Perder la noción del tiempo entre acuarelas
Persiste, sin embargo, la pasión,
Lloro, grito, rompo, corro
Guíame de nuevo abstracción
En Parque Lezama viendo la hora pasar
Un hombre agachado acaricia el pasto
Muchos lo ven y deben pensar en su locura
Para mi está más conectado que todos nosotros
“Quiero ver más delirantes por ahí” dijo el niño prodigio
Me olvidé que tenía un vaso de café
Ya frío, quemado, sucio
Mucha cafeína me marea
Pero capaz es lo que busco
Pausar la aceleración que sin consentimiento
Me llevó, me fui, me voy, llego tarde otra vez

Karen Magali
pinto y no sé pintar, escribo y no sé escribir la torpeza repetida se transforma en estilo
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