A veces pienso que lo construido tiene tanta idealización que podría desmoronarse con la primera lágrima que salga de mis ojos. A veces temo que lo que dibujamos tenga una forma relativa, dejada a la interpretación de quien lo visualice. Es que hoy creo que estoy agrandando algo que quizás brilla por su lamentable simpleza. No me enajeno de culpas. estoy desesperada por ser comprendida, por ser amada de una manera detallista, donde cada paso que dé se reciba como algo interesante. Podría decir que es el ego que me quiere empedestada en el corazón de los otros, que sé yo.
Cuando te miro a los ojos, estoy buscando si en tu alma existe la duda por cómo acercarte más a mí que en mi corazón retumba permanentemente. Pareciera que estoy luchando por un amor ganado sin ningún punto. Las mismas manos que te endiosan, hoy me hacen exigirte el purgatorio. ¿Estamos parados en el mismo escalón en el relato de este amor? Porque no sé si soportaría, que como a ella, me dejaras las migajas de lo que tu ego entiende como un cariño calentito.
Estoy peleando por estar a la altura de algo que no estoy segura de que me quiera de protagonista. Mentira. Estoy segura de que me quiere de protagonista, pero no estoy segura de si quiero protagonizar así. Estoy sumergida en un aprendizaje que quisiera sentir distinto, porque así como lo supe, hoy solo sé dudas que tampoco creo que puedas despejarme. Mi corazón no funciona como una ecuación, tiene entramados más complejos.
Donde mire me siento operativizada, aferrándome a que aunque las formas sean distintas, existe algo más. Algo parecido al cariño. Porque si te escribo cartas me siento demasiado intensa, porque si te digo que te amo quizás no tenga ese valor que le doy, porque quizás en mi afán por hacerte sentir importante me olvido de que vos ya te crees valioso. Y que la que necesita toda esta parafernalia soy yo.
A veces pienso que estoy con vos porque quiero que me amen como yo amo, pero me olvido de que vos amas como vos podés. A veces pienso que te pienso demasiado y me siento sola. A veces pienso que en mis expectativas sos una persona, y en la realidad otra. A veces pienso mucho, y me enfrento a una realidad que nada tiene que ver con esto. Porque cuando estoy con vos, nada de esto existe.
A veces pienso que estoy deshecha y te creo arquitecto de mi completitud, cuando en realidad la única que puede armarse soy yo. ¿Cómo te hago parte de este puente que pienso que sostengo sola aunque sea de los dos?
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión