A Ti.

A Tí.

A ti, si, a ti te estoy escribiendo.

A ti, mi musa inconsciente.

A ti, mi vorágine personal.

A ti, mi deseo secreto.

Me tienes navegando entre olas de desesperación y confusión.

Perdí el rumbo, perdí el timón de mis emociones.

Mi atención es tu brújula, mi norte es tu sur.

Manejas a gusto, el mar de mis fantasías.

¿Por qué no me dejas acercarme?

Solo puedo contemplarte de lejos. Y a veces, ni eso.

El viento me habla de ti. Y me castiga rasgando mis velas.

Me ha dicho que te escondes en tu propia isla. Alejada de todos.

Me ha dicho que varios naufragios ha habido, por intentar estar contigo.

Me ha dicho que te han dañado y que todavía estás sufriendo.

Me ha dicho, que deje de intentar.

Dime tú ¿Por qué sigo intentando?

¿Por qué continúo esquivando tus rechazos?

¿Cuál sentido tiene contemplarte por solo unos momentos?

¿Cuál es el sentido de torturarme con tu imagen?

Tú ¿Acaso me ves? ¿Me percibes?

Llevo anclado, hace ya un tiempo, muy cerca de ti.

Aguardando por tu gélida aceptación.

No hay señal que no te haya mandado.

Pero continúas siendo fría conmigo.

Estás estancada en tu pasado.

Eres imposible.

Eres mi imposible.