a su corazón de mango

Ansío el encuentro con su persona.
Que su mirada trémula haga de la reunión
el lugar más oscuro que habité jamás
que así como hace ahora por medio del papel
también sea su voz la que me de bienvenida
a la compuesta realidad que proponen sus demonios.

Ansío conocerle, y aprovecho hoy, día de conmemoraciones y deseos,
para pedirle a aquel que lleva también su nombre,
me permita caminar sus pasos
Algunos de ellos me serían suficientes
para que broten de mí los pájaros los amigos las sombras.

Le veo pronto admirable maestro
para con el respeto que aún no me suelta la mano,
alucinar con las metáforas habladas
que lo habitaban a usted.

para Raúl Gómez Jattin.