Estoy en una posición neutral, cuasi tibia. Entiendo a todos en guerra y yo me aburro tanto con el fusil en la mano.
Me tienta inventarme enemigos, cada tanto que paso por los barrios consumidos por el conflicto, le bajo algún cargador a un espejo que haya dado conmigo.
Dejá el tinte fantástico, relatá algo con sentido que nos estamos quedando dormidos todos. - pienso y me reclamo.
Qué paja este impaz, me siento prodigio esquivando todas las balas y cómo te lo explico que necesito sentir el impacto de alguna de forma urgente.
Teneme piedad, no me faltes el respeto, manteneme la vista en los ojos y recagame a tiros.
Me muero eternamente, o mi muerte es constante. Esnifo en la trinchera y tiño el campo de todos los colores que le fueron robados. Siempre impresente, defasado, des-terrado de donde quiera que pasan las cosas. Debe ser que me contento con poco. Debe ser que me basta acercarme lo suficiente para drogarme en tu estela, inhalo tu paso y me embebo en toda promesa futura de nuestro inequívoco y envidiable futuro compartido. De alguna forma es el comienzo de una guerra lo que promete devolverle calma a mi vida. No así este vacío punzante que tiende a inventarte y re inventarte en distintas/distantes versiones en las que de curiosa manera siempre termino enamorado perdidamente.
Te tengo de frente y tiendo a inventarte.
Me averguenza no saber cómo vivirte, me aterra lo humano, cómo iría yo a convencerte de que ciertamente en todos estos futuros valgo la pena. Me pierdo en tus ojos nerviosos y divago en vez de enfrentarte, me fragmento entre tanta posibilidad que se desplega en el aire en vez de agarrarte la mano y hacerte caminar hasta la esquina.
Le temo a la absurda mediocridad de verte y contemplar en vos lo humano de tu andar errante, de ver tu pelo despeinado por el viento de este clima impredecible, de notar tu desgano que queda como resaca de un viernes laboral insoportable.
Esnifo mil futuros juntos, no nos permito ni un encuentro.
Si vos midieses con la misma vara probablemente te daría tanta pena como en verdad da mi actuar, lo curioso, es que en ninguno de todos estos futuros visibles concibo algo más en última instancia que la posibilidad de verme absurdamente decepcionado por algo más que mi propio actuar.
Desde el primer momento admití que me aterra lo de humano.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión