A ser se aprende.

Y sé que os jode.

Sí, mi constante mención al vecino fachapobre no es de agrado ni siquiera para quienes os encontráis, más o menos, de mi lado.

No sois tan radicales como yo, os decís y le decís al fachapobre amigo con el que, alguna vez, comentáis lo que aquí se expresa.

Yo me permito este extremo, tan solo porque es lo que creo, lo que veo, lo que entiendo; y además no tengo amigos fachapobres. Ya no. Algún conocido, algún resquicio de un pasado en el que podía admitirse, todavía, ser lo que hoy entiendo inadmisible.

Un fachapobre hoy, no tiene perdón humano. Divino sí, que Dios, ya lo dilucidamos, es facha perdido.

Un torero, un taurino, es facha. Un cazador es facha. Un abanderado es facha. Un militar es facha. Un guardia civil es facha. Un cura es facha. Un empresario explotador es facha. Un presentador de telediario y/o tertulia en las teles y radios de mayor audiencia es facha. Un rey es facha. Un votante del PP es facha. Un Juez es facha. Un votante del PSOE (este PSOE) es facha.

Quizás alguno en alguno de estos gremios se sienta de izquierdas e incluso defienda con su palabra y su voto a alguna izquierda, pero sabe que algo no cuadra, sabe que para ser lo que es, hay que ser algo facha.

Yo lo digo cada día.

Y sé que os jode.

Ser facha, MATA.

A ser se aprende.

Me enseñaron a leer, porque las letras son un invento humano, pero aprender, aprende uno por su propia mano.

Mi vida no es mejor por saber lo del doce de octubre de 1492, pero sí es interesante conocer el pensamiento de muchos que pensaron antes que yo: filósofos. Sobre todo filosofía.

Ciencia, literatura, historia, arte... En todo hay mucho de interesante, pero la herramienta cerebro, es pensante, y pensar ha de alimentarse.

Al fin, todos somos autodidactas. Es nuestro derecho, nuestra responsabilidad, enseñarnos a ser, enseñarnos a discernir, enseñarnos a razonar.

En el mundo, del mundo, los estímulos, pero de nos, en nos, la intención dentro de la capacidad.

(Muy enrevesado, ¿No?).

Me llega un viento frío.

Al parecer esto que escribo tiene más público del que yo pensaba.

Y es público que aborrece mis palabras.

¡También son ganas de amargarse el rato!

Yo no me ocupo de si ellos escupen perlas.

¡Coño! Si les jode, que no lean.

(No leer se les da bastante bien, en general).

Y total...

Abocados al desastre.

Y no es que esté yo hoy más pesimista, que ya lo mismo me da un só que un arre, pero es que es evidente.

Lo podrido en el tronco de este sistema disimuladamente incruento es de tal magnitud que no hay modo de evitar su caída.

Las raíces son escasas y débiles. La carcoma lo invade todo. La ya mermada savia no puede circular por los corrompidos conductos.

Los grandes principios ocultan grandes mentiras, vergonzosas hipocresías.

¿Derechos humanos? Papel mojado. Miren a las puertas de Europa. En la misma Europa, reserva espiritual.

En modo crisis. En modo guerra. Da igual, pronto todo se irá a la mierda.

Tu verás si no te los bebes llenos.

(Dolbachnadamus)