a los amores de mi vida:

Sos refugio de un mundo hostil, sos la calma entre tanta angustia, sos la luz al final de un camino largo, piedroso y oscuro, sos vos que me llenas el alma con curitas para sanarlo de tanto dolor.

La amistad es resistencia a un mundo que nos empuja al individualismo, a la soledad, al sufrimiento sin pares que te cobijen.

Quisiera acortar las distancias y decirte de frente el inmenso amor que siento por vos, por cada uno de ustedes. Que tantas veces me salvo y rescato de lugares que podrían haberme quitado la vida.

Tu presencia y tu amistad son ternura, sos con quien me puedo mostrar vulnerable y a quien puedo contarle lo que me avergüenza, rompiendo la barrera que yo mismo cree para cuidarme del afuera. Con vos no hace falta este muro que me protege de la violencia de esta sociedad. nos podemos cuidar mutuamente, nos podemos amar y todo va a estar bien.

Sos calma, sos mi refugio ante la tempestad, sos todo lo que quiero encontrar al llegar a mi casa después de un día agotador pero estás a miles de kilometros, quisiera que fueran menos, quisiera que no existieran, que es esfumen y seamos solo nosotros contra cualquier circunstancia que llegue y nos deje en pampa y la vía.

Fuiste también mucho tiempo un amor, que no pude pronunciar en voz alta y se convirtió en mi mejor aliado para no afrontar solo esta tormenta. Cuanto agradezco tu amistad, tu amor, tu compañía y lealtad.

Sé que estas del otro lado del teléfono, para mandar un par de mensajes que me van a emparchar.

Me enriedo con los que fui y no puedo hablar, quiero vomitar un millón de palabras pero con esta alcanza: GRACIAS.

Sos y serás un lugar seguro al que por elección voy a salir corriendo a buscarlo, para entrar y ser cobijado por tu afecto, por tu cariño y por tu ternura, ahí están los cuidados a los que quiero regresar cuando todo esté mal. Gracias, queridx amigx. Una vez más lo digo, sin miedo ni vergüenza: te amo con la intensidad de las olas de mar un día que está picado, furioso, fuerte e indestructiblemente.