Miro seguido hacia el cielo
y observo a Dios,
como muchas otras cosas
que me he atrevido a darles forma
sin conocerlas
o estar presentes.
Es una manera de entablar calidez
con el más allá,
en mi entorno,
que me da paz.
Le pido clemencia,
esperando ser escuchada,
porque la paz
siempre ha sido pasajera.
Me levanto todas las mañanas
aferrada a la rutina;
es que no sé
qué puede pasar en el futuro.
Aunque te confieso
que la euforia
se apodera de los hilos en mi mente
para creer en cambiar el mundo.
Pero por ahora,
hoy es simplemente lunes.
Me quiero dormir temprano
y le pido a Dios despertar.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión