8 de junio

Falta poco para mi cumpleaños.

Es extraño, todos los años.

Unos días antes ya me pongo sensible.

Tengo a mis seres queridos, a todos.

Pero al mismo tiempo me faltan personas que quiero, que están ya lejos de mi vida, por algún motivo inesperado que no quise ver venir. Yo no sé de motivos cuando no quiero perder a alguien. Eso se me impone.

Y mi corazón se convierte en una reserva de adioses, que salen por su dosis de aire, en fechas especiales escapan a pasear, me revolotean alrededor y ahí pum!, los recuerdos.

Y soy sensible y me cuesta.

Habrá una razón para ser así. La nostalgia me toca la puerta y siempre le abro, no aprendí a echarla.

En cuestiones del alma, me cuesta.

Y pasa un cumple más en que recuerdo. Y mi sonrisa está ahí, a medias.

Seré dramática o infantil, pataleando por cosas que son parte de la vida y, sepan disculparme... pero me duelen.

Quisiera sentir menos, aunque no estoy segura. Cómo será vivir sin sentir profundamente? A lo mejor una fiesta eterna.

Quisiera no encariñarme con la gente, ser un poco piedra. Estar un poco adormecida. Decir: "te vas?. Ok. Ahí te abro la puerta" y cerrar la puerta sin que el ruido me duela.

Pero nací así, un 8 de junio. Sensible como para querer compartir mi corazón o arrancármelo si hace falta. Porque el amor acumulado en mí golpea desesperadamente por salir.

Sensible y con hambre de que me quieran. Que caos.

Querer que te quieran...que m...

No te puede querer quien vos querés que te quiera. O capaz no soy querible. No sé.

La gente que me lee que pensará?

Por qué pienso en la gente que me lee? Quién me leerá?

Les mando un saludo. Mejor me callo.