¿Estoy triste o solo es el lustre de mi verdad?
Mis verdades que confluyen entre tanta nimiedad,
tanto desalojo de mi percepción que me deja flojo
entre espinas y espadas que retratan garantías de otros.
¿Estoy triste o es que no me adapto a su tiempo?
Una víctima, pobrecito hombre pequeñito, sin hilo,
acostumbrado a mecerse tras su madre inquieto
fue sentenciado al fuego por errar distinto camino al destino.
Estoy triste porque hubo un eco que rompió el hielo:
una veleidad de significar juicio sin escuchar y confundir
lo aprehensible de los estatutos del aprendizaje en efecto;
solo sinsentidos, solo fe de erratas, solo un fino mentir.
¿Estoy triste? Otra vez no legitimaron mi existir,
¿Acaso importa estar quebrado entre sapos muertos
o simplemente basta con morir sin confiar en aliados?
Una vida a la vez pero es la única: ni retorno ni elixir.
¿Estoy triste o solo es el dolor de haberme abandonado?
La desconfianza absoluta de romper mi corazón a diario
escucha las críticas de los marranos en el mundo del cambio:
diatribas estructurales en la longevidad de mi palpitar olvidado.
Al final del día recorrerán culpas que no podrán ser sostenidas
ni por las filas más largas, ni por los síntomas más austeros
solo viajarán por mi sistema nervioso para quebrar la vida, finita,
que entre pulsiones y egos susurra: ¿estoy triste o solo fallezco?
Si te gustó este post, considera invitarle un cafecito al escritor
Comprar un cafecito
Elías Brizuela
Escritor, periodista y fotógrafo. 28. Me dedico a la comunicación pero escribo por la necesidad de mi alma por contar las otras historias, los otros sentimientos.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.

Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión