Repaso lo que ha sido vivir estos siete meses, sumados a los anteriores en los que no dejamos de manifestarnos amor, y caigo en la misma conclusión de siempre: parece un sueño, habito en la fantasía más mágica. Llevamos cuatro estaciones encima para entender el paso del tiempo, quién sabe cuántos besos compartidos y momentos cálidos y fascinantes que nos dejan con ganas de repetirlos, una y otra vez.
Entre las cosas exquisitas de vivir a tu lado, sigo en la etapa fresca y radiante como la primera vez que acepté cuán enamorada estaba de ti. Descubro algo nuevo poseyéndote a diario, me colma de alegría hallar rincones de tu persona y que me des la chance de insertarme en ellos, de observar de cerca tu entereza. Me siento conquistada en una cantidad imposible de poner en cifras durante todo el día, todos los días; es un estado en el que me encuentro permanentemente maravillada.
No está de sobra señalar tus épocas más apagadas, y es que se trate de una sensibilidad o vulnerabilidad, teñida de furia o tristeza, no me deja ajena a la inmensidad del amor que me llena en tu nombre. Cada herida, cada dolor, cada destello de ira: todo lo que te compone, mi amor, amo cada parte y adoro conocerte en tal medida.
Me has entregado tanto abrigo, tantas risas, tanto tacto en donde el mundo nos golpea un poco. No ha existido momento en el que no me sienta amada y admirada, y tú me amas aunque a veces aparezca una nube, nublándome la realidad, y convirtiéndome en un ser difícil de llevar. Esa complicidad y compañerismo dentro de nuestro noviazgo, nuestras diferencias y lo que tenemos en común, el poder ser amigos, amantes y confidentes, es todo lo que pido que jamás me falte en este plano. No se ha inventado un amor tan genuino y poderoso como el nuestro, siento que desde una mirada objetiva y alejada de mis fantasías, nadie ama en esta magnitud. Nos encontramos en la misma primavera que nos hizo reencontrarnos, y me parece que es la mayor muestra de la magia que nos une. Hago pausas constantes para agradecer por la historia que hemos construido, y a nuestras espaldas se ha edificado lo que nos hace indestructibles. Esta noche son 7 meses, amor de mi vida. Pongo en tus manos la garantía de que no tiene final, que es apenas un pestañeo de la eternidad que quiero compartir contigo. Y que sin importar qué, siempre estaré a la par tuya. Irremediable e incondicionalmente. Te amo como en los cuentos, con un felices para siempre; te amo como en la realidad, con todos los sentimientos alineados, hasta la rabia y la ternura. Te ama cada parte de mí, te amo tanto que no sabría explicarlo nunca.
Feliz séptimo mes juntos, Karasu Ren.
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