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BULLYING: LA VIOLENCIA DUELE

Aug 25, 2023

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BULLYING: LA VIOLENCIA DUELE
Nuevo concurso literario en quaderno

El bullying es una conducta violenta y recurrente que se da entre pares, pero no es la única en el contexto de la violencia escolar, pues no da cuenta de las muchas acciones, actitudes y hechos que diversos protagonistas emprenden en el espacio escolar. Es importante mencionar que no en todos los casos en donde se presenta la violencia escolar se registran necesariamente estos fenómenos. En este trabajo se puso especial cuidado en prevenir sobre la problemática descripta a adolescentes entre 15 y 17 años.

La violencia que se registra por lo general en las escuelas es un fenómeno que implica realizar un análisis detallado de las acciones, un registro cuidadoso de las interacciones y de los constantes intercambios entre los sujetos. Las acciones y repercusiones que tienen a cada momento en ese espacio son la materia prima central para comprender —desde las diferentes aristas de la socialización y la experiencia escolar— lo que sucede cotidianamente. Una indagación sobre este fenómeno se elabora a partir de los sucesos de todos los días, que son la explicación del cómo y por qué se originan determinados hechos violentos, más allá de catalogarlos como acontecimientos extraordinarios o desde la incidencia estadística.

FUNDAMENTACION TEORICA

El término ‘bullying’ fue desarrollado en la década de 1970 para hacer referencia a una forma de maltrato, normalmente intencionado, que se da en el marco de la escuela entre un estudiante (o un grupo de estudiantes) hacia otro alumno que es considerado el blanco habitual de los ataques.

El bullying se puede definir como la intimidación, el abuso, el maltrato físico y psicológico de un niño o grupo de niños sobre otro u otros. Incluye una serie de acciones negativas de distinta índole, como bromas, burlas, golpes, exclusión, conductas de abuso con connotaciones sexuales y, desde luego, agresiones físicas. El término deriva de una palabra inglesa, aceptada a nivel mundial para referirse al acoso entre compañeros, y definido como una forma ilegítima de confrontación de intereses o necesidades en la que uno de los protagonistas —persona, grupo, institución— adopta un rol dominante y obliga por la fuerza a que otro se ubique en uno de sumisión, causándole con ello un daño que puede ser físico, psicológico, social o moral (Ortega, Ramírez y Castelán, 2005:788). En este trabajo se concibe al bullying no sólo un problema de carácter psicológico como buena parte de la literatura apunta, sino que se trata de un fenómeno también de carácter socioeducativo. Existen varios tipos de bullying: físico, verbal, gesticular y cibernético (Cobo y Tello, 2008:58).

El maltrato entre iguales comenzó a estudiarse de manera sistemática en Suecia, a principios de los años setenta, con el trabajo pionero de Olweus (1973), que abrió una dimensión educativa que hasta ese momento no se había explorado desde el ámbito de la investigación. La producción de trabajos realizados en la década de los ochenta, principalmente en Europa, dieron como resultado la organización, en 1987, del primer congreso internacional sobre el bullying que anunciaba que era un fenómeno a escala mundial.

Marco Psicológico:

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS)1, el bullying constituye la primera causa de suicidio adolescente; por eso, son cada vez más las acciones globales que se intentan llevar a cabo para combatirlo.

Según datos globales de Unicef, la mitad de los adolescentes del mundo sufre violencia en las escuelas. Alrededor de 150 millones de estudiantes de entre 13 y 15 años han confesado sufrir de violencia entre compañeros en la escuela y en sus inmediaciones.

Los expertos señalan que el bullying o intimidación implica tres componentes clave:

1. Un desequilibrio de poder entre el acosador y la víctima. Este desequilibrio puede ser real o sólo percibido por la víctima.

2. La agresión se lleva a cabo por un acosador o un grupo que intentan dañar a la víctima de un modo intencionado.

3. Existe un comportamiento agresivo hacia una misma víctima, que se produce de forma reiterada

 Características del agresor

• Físicamente más fuertes que sus pares,

• Lideres

• Falta de control emocional/ impulsivos

• No siguen reglas

• Baja tolerancia a la frustración

• No respetan la autoridad

• Buena autoestima

• Actitud positiva hacia la violencia,

• No tienen empatía con el dolor de la víctima

 Causas y consecuencias

El niño que actúa de manera agresiva sufre intimidaciones o algún tipo de abuso en la escuela o en la familia. Adquiere esta conducta cuando es frecuentemente humillado por los adultos. Se siente superior, ya sea porque cuenta con el apoyo de otros atacantes o porque el acosado es un niño con muy poca capacidad de responder a las agresiones. Hay que tener en cuenta que los chicos replican modelos aprendidos mayormente en su entorno familiar. Cuando se observan estas conductas disruptivas suelen ser un síntoma que el chico tiene en relación a cuestiones que le están sucediendo en su entorno.

Características de la victima

• Son percibidas como inseguras

• Sensitivas

• Físicamente más débiles,

• Tienen pocos amigos.

• En general son buenos alumnos.

 Causas y consecuencias

Como consecuencia del hostigamiento el chico puede presentar ansiedad, depresión, deseo de no ir a clases con ausentismo escolar y deterioro en el rendimiento. Presentan más problemas de salud somática, dos a cuatro veces más que sus pares no victimizados. Si la victimización se prolonga, puede aparecer ideación suicida. Ello es favorecido por el poder en aumento del agresor y el desamparo que siente la víctima, con la creencia de ser merecedora de lo que le ocurre, produciéndose un círculo vicioso, lo que hace que sea una dinámica difícil de revertir. En la adultez, hay mayor desajuste psicosocial.

 ¿Qué es el Ciberbullying?

El ciberbullying es el uso de los medios telemáticos (Internet, telefonía móvil y videojuegos online principalmente) para ejercer el acoso psicológico entre iguales. No se trata aquí el acoso o abuso de índole estrictamente sexual ni los casos en los que personas adultas intervienen. Se ha agregado como forma de acoso el cyberbullying, que se refiere al matonaje que se realiza bajo anonimato por internet, usando blogs, correo electrónico, chat y teléfonos celulares, enviando mensajes intimidatorios o insultantes.

La mayoría de estos casos de tienen tres rasgos comunes que agravan este acoso en redes sociales, chats, correos electrónicos o videojuegos: anonimato, falta de percepción del daño causado y roles imaginarios en digital.

1. El anonimato, o posible anonimato, ofrece una situación de ventaja estratégica al acosador y una mayor indefensión a las víctimas; sobre todo cuando se dan graves casos de chantaje o sexting.

2. La falta de una percepción directa del daño genera puede generar un ciberacoso mucho más agresivo y violento psicológicamente, en el que, además, la empatía del acosador se vuelve casi inexistente por la invisibilización de la otra persona en Internet.

3. La posible adopción de roles imaginarios en la red también puede fortalecer el poder del acosador y medrar la autoestima de la víctima.

No obstante, antes de entrar a hablar sobre las principales características, intentemos equiparar el ciberacoso a una versión digital del bullying, y comprendamos que, además, es posible que muchos acosadores no solo hostiguen a las víctimas en un contexto social —el colegio donde estudian, el barrio donde viven, el espacio que comparten—, sino que este se extienda ese acoso hacia el espacio digital. El caso contrario —el paso del ciberbullying al bullying— es posible, y se han detectado casos, aunque menos habitual.

Marco legal

Ciertamente hoy en día, el bullying tiene múltiples modos de ejecución y, por lo tanto, es un concepto muy amplio que tiende a englobar prácticamente todas las formas de violencia o intimidación entre los alumnos de un colegio.

• Artículo 1º inciso 1º de la Constitución: "Las personas nacen libres e iguales en dignidad y derechos." Por lo tanto, los niños y adolescentes deben estar resguardados y se debe garantizar que puedan ejercer sus derechos y desplegar libremente su personalidad, sin ser víctimas de violencia, discriminaciones u otros actos que nieguen o desprecien su dignidad inherente.

• Artículo 1º inciso 2º: "La familia es el núcleo fundamental de la sociedad." De esto se deriva el deber del núcleo familiar de hacerse cargo de la prevención y solución del acoso escolar.

En cuanto al ciberbullying, entendemos como tal a la persecución u hostigamiento en las redes: amenazas, insultos, grabaciones con el móvil, publicación de datos personales, uso desoftware espías y virus. La exclusión a través de mensajes denigrantes y rumores que humillan y menosprecian a la víctima. La manipulación, que consiste en la modificación y difusión de contenidos web: material trucado, conversaciones manipuladas, Comunicaciones alteradas, etc.

Se presentó justamente un proyecto de ley que Sanciona como Delito de Exhibición y Distribución a través de Internet, Material que contenga Conducta propia de Maltrato Escolar, cuyo texto es el siguiente:

"Artículo único, Agréguese un nuevo artículo 374 quáter al Código Penal: "El que, a sabiendas, exhiba o distribuya a través de Internet, material que contenga conductas de acoso, intimidación, abuso o maltrato físico y/o verbal que involucre a menores de 18 años, con el ánimo de hostigar, amenazar o amedrentar a otro, será sancionado con la pena de presidio menor en su grado mínimo"

OBJETIVOS GENERALES

1. Prevenir la aparición de comportamientos conducentes a la violencia en el ámbito escolar (Prevención temprana).

2. Enseñar a detectar precozmente el bullying y su intervención adecuada.

3. Promocionar en los/as más pequeños/as actitudes que conlleven a una convivencia igualitaria, respetuosa y que comprendan que la resolución de conflictos puede ser resuelta de manera pacifica, haciendo hincapié en dialogo asertivo.

Propiciar espacios de contención psicológica (Generar / afianzar redes de intervención inter/transdisciplinarias.)

5. Fomentar vínculos afectivos y ensenar a detectar relaciones toxicas.

6. Es fundamental comunicar que como testigo de un caso de acoso siempre se debe actuar.

 DESTINATARIOS

  • Adolescentes entre 15 y 17 años.

 METODOLOGIA- PROPUESTA DE PREVENCION

El principal camino para prevenir el acoso escolar o bullying implicara, por supuesto, un trabajo sistémico entre las familias y la escuela. Estos cambios deben partir de las personas adultas con el objetivo de que se transmitan eficazmente a niños y niñas.

Otra forma de prevenir es educar. Es muy importante que las escuelas incluyan en su curriculum el uso responsable de las tecnologías. Muchas de ellas trabajan paralelamente con fundaciones o ONG destinadas a la creación de estrategias de uso crítico y consciente del mundo digital. De esta forma, se abren espacio de reflexión y debate con los alumnos. Comienzan así a familiarizarse con distintos conceptos como el cyberbullying y el grooming, y a utilizar la tecnología de una manera más responsable.

Por eso es importante educarles en el buen uso tecnológico y en el enfoque correcto; sumergirnos con ellos en las redes y enseñarles a navegar con un sentido crítico: algunos contenidos que les muestra internet no son válidos, ni correctos: Los contenidos falsos transmiten datos falsos o no contrastados para distorsionar o llevar a error.

Los contenidos nocivos son perjudiciales para ellos, aunque sean legales. Los contenidos ilícitos ni siquiera están autorizados legalmente. ¿Qué síntomas pueden ponernos en guardia? ¿Qué síntomas pueden hacer sonar las alertas? Dentro de los signos escolares y sociales, podemos ver que nuestro hijo deja de asistir a clase, baja su rendimiento o muestra desinterés por el colegio. Podemos ver que deja de participar en su grupo; que es objeto de murmullos y risas entre sus compañeros. En el plano personal, puede presentar baja autoestima y culpabilidad; puede dejar de quedar con sus amigos, o evitar estar lejos de los adultos. Puede pedir dinero constantemente, sufrir cambios bruscos en su humor, en su alimentación o en la manera de usar las redes sociales. Puede manifestar pánico, miedo a la soledad, insomnio o pesadillas. Y a un nivel más externo, puede mostrar lesiones físicas (moratones, rasguños, heridas), perder sus cosas o llevarlas rotas (ropa, tecnología).

Estos síntomas personales, especialmente los psicológicos, son difíciles de interpretar. Es importante que, si como padres nos sentimos desconcertados o confundidos por su aparición, intentemos comunicarnos más con nuestros hijos y no dudemos en contar con el apoyo de profesionales, evitando sacar conclusiones precipitadas y culpabilizarnos.

Tomaré de referencia al modelo de prevención de UNICEF2, el cual me pareció muy asertivo.

 ·  Afectividad y violencia. La violencia entre niños y adolescentes comienza a menudo entre ellos, para luego generalizarse a otros ámbitos más amplios. Además, existen otros factores de riesgo como la soledad, la falta de redes sólidas de amigos y familiares, o la violencia verbal o psicológica (insultos, motes, chantajes, manipulación…). Es de suma importancia fomentar los vínculos afectivos y enseñemos a cuidar del otro y procurar su bienestar. Instruyamos para puedan detectar las relaciones tóxicas y las que no se basen en la igualdad, sino en el aislamiento y el abuso de poder; las que destruyan la autoestima y aíslen a la persona.

·   Participación y corresponsabilidad. Son fundamentales en la prevención por dos motivos - El rol de testigo es fundamental en el acoso. Se identifica con la víctima, pero no la defiende por miedo.

- Los niños, niñas y adolescentes deben ser una parte activa en la mejora de su comunidad y verse como tales. Por eso tenemos que fomentar su participación en los espacios donde convivan (escuelas, parques, polideportivos, ludotecas). Y les debemos permitir opinar, proponer o incluso dirigir los procesos que afecten a sus comunidades.

 ·  Uso de las redes sociales. El uso seguro y responsable de las tecnologías es fundamental para abordar la violencia entre niños, niñas y adolescentes, ya que son un ámbito de relación esencial para ellos, y donde además la presencia familiar puede ser menor. Que no sea una relación física no significa que no sea real, y el daño puede ser más profundo en el mundo virtual, donde la agresión es grabada, difundida y utilizada en un contexto más allá de lo imaginable.

Debemos enseñar a los menores a desenvolverse en las redes sociales con sentido crítico, responsabilidad, seguridad e información suficiente.

CONCLUSION

Es muy importante comprender que lo que se aprenda a resolver en la niñez o adolescencia brindará estrategias para prevenir futuras reacciones y emociones de indefensión ante hechos de violencia en la vida adulta. Los niños tienen derecho a asistir a una institución (escolar, club, grupos de baile, grupos de deportes, etc.) libres de violencia y acoso escolar, no es un lujo, no es un privilegio, es el derecho a la dignidad que tienen los niños. La responsabilidad de detener el bullying no es de los niños o adolescentes, sino de los adultos que lo ven y no hacen nada.

 Educar en casa, en instituciones en general y en la escuela sobre las bases del buen trato, valores, códigos de convivencia, conductas que generen el cooperativismo y la ayuda social, aceptación de las diferencias (físicas, culturales, sociológicas, sexuales, por ser el nuevo del grupo), humanización de las conductas que se alejan de la sistematización social esperada, etc.

 Que las personas adultas se capaciten y estén atentas a cómo se trata a los chicos cuando hablamos, de qué nos reímos, etc. Estar sensibilizados a la vulnerabilidad que presentan en esta edad porque aún están necesitando de nuestra colaboración para seguir creciendo. No nos olvidemos que nos observan atentamente y buscan imitarnos.

 Romper la impunidad del avance de la violencia en todas sus manifestaciones estando atentos a la identificación y rápida intervención. No dejar pasar el tiempo. Quebrar ese silencio y temores institucionales o familiares ante el tema. Implicación de las familias, las instituciones y de los niños adolescentes en la resolución del problema. Se co-construye la solución al problema de forma sistémica.

Procedimentar la secuencia en la que se tiene que intervenir, como se evalúa, cómo se instruye, cuales son paso a paso las estrategias a seguir. Hoy en día muchas veces se inventan los procedimientos sobre el momento, se improvisa por no tomarse el tiempo de sistematizar la resolución de esta problemática.

Verónica Figueroa Alcorta

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