30 cartas de despedida (para el amor que nunca tuve en mí vida)

CARTA 2:

Fue amor? 

Querido lector comenzó un nuevo día. Otro intento que llega a mi vida, quizas como un regalo para poder sacarlo de mi corazón. Quizás sacarlo de alli sea un regalo que me envía el universo para poder sentirme mejor.

Quiero contarle que nuestro amor nunca comenzó, que si, nos lo entregamos todo, pero tan solo de a ratos. Siempre mirando el reloj, siempre esperando que sonara alguna alarma que indicará la finalización de un tiempo idílico. Cuanta mezquindad existe en el reloj, llegue hasta tomarle bronca. Hasta preguntarme a quién se le ocurrió inventar la hora y sobre todo por qué pasaba tan rápido el tiempo cuando estaba con vos. Porque si por mi fuera te daría mi vida entera, no me importaría qué dice el reloj, qué dicen mis años de vida, cuando lo unico que quería (quiero) es estar con vos aún sabiendo que me quedara toda la vida por delante, o como si me quedara un segundo de vida. No importaba el tiempo cuando lo valioso era el momento allí presente. 

Y como les decía, nuestro amor fue de a ratos. Un rato por acá y otro por allá. Y aún así bastaron lo suficiente para arder y encender en mi las ganas de amarte eternamente.

Nuestro amor no fue sincero. Pero tampoco fue un juego. Nos amamos con toda la sinceridad de dos personas que nunca fueron sinceras. Nos amamos siendo egoistas. Nos amamos siendo generosos. Nos amamos como niños. Nos amamos como adultos y es ahí cuando dolió, porque cuando éramos adultos caíamos en la realidad de que lo nuestro no podía ser.

Ambos lo supimos desde el primer dia en que todo comenzó que todo saldría mal. Que iba a llegar el momento en el que ninguno estaría listo para la despedida. Nunca fuimos valientes para amarnos, menos para entregarnos a una despedida, despedida de que? Yo siempre he sido la más pesimista. Siempre supe desde el día uno en que no iba a poder gritarle al mundo que moría de amor por vos y quizás eso hubiera sido más fácil que callarme y amarte en silencio.Ambos sabiamos que llegaría el día en que vos sigas tu camino y yo el mío. Yo seguro miraría para atrás, casi con la esperanza de que vinieras corriendo a buscarme. Pero no. Iba a doler? Claro que si, y a pesar de todo eso te amé, me entregué por completo a ese amor de a ratos, a ese amor cobarde. Y ahora? Duele? Ni se imaginan. Es demasiado triste, ya lo sé.

Lo lindo fue que cada vez que nos entregamos, sabíamos esto. Lo teníamos presente y te amaba con todas las ganas casi como si supiera que esa iba a ser la última vez. Porque todo amor que vive alguna vez tiene que morir. Quizás no lo hubiese preferido nunca. Pero era lo mejor…

Lo sé lector soy pesimista, lo advertí en líneas anteriores. 

Sigo acá en el mar. Y al segundo intento de carta no sé si es la mejor idea esto de tratar de escribir para olvidarte, porque al hacerlo reescribo, recuerdo y vuelvo a sentir todo como si hubiese pasado ayer. 

Hoy también fallé