nimbo mohíno enclaustrado a la tiranía bélica pertinaz y vanagloriada a partir de hipotérmicos diluvios resilientes, estrepitosos aguaceros de íntimos escondrijos tarazados repiquetean tras el rezumar entre vísceras de las dogmáticas congojas amilanándome en carnívora fatídica, avecino yacer empírico petrificado en rocas metamórficas símiles al mármol donde las nevascas victimándome equidimensionales ruedan y percuten a martilleos, crónicas filman un cellisquear cárdeno arreciéndome ruin la razón cinematográfica por despojos de rotundas canículas febricitantes sondeando facultad de asilo guardián más allá del cubo inapetente, pusilánime turbado precipito ante la cencellada periclitando mis fragosos follajes almáticos en otrora enraizados a los recovecos de distraída ingratitud memorial, asimismo gradual he ido pereciendo bajo riñas psicológicas vitrificándome cuales tajadas ansiosas de piel algente y desvaída como réprobo a las pasturas agostadas de arrullos legendarios, no hallo gozosos acordes musicales aunque reside una anticuada guitarra acústica que tanto lustraba impecable, ni localizo efusivos brochazos colorinches pese a que se acopian los botes de acuarelas y acrílicos en serenata meticulosa al recoveco artístico donde varias veces pinté obnubilado.
congregación espía y confidente vela lóbrega por mis arpegios bisbiseando a través de connivencia a los cánticos fúnebres, ritual sacro de zaherir meditado hacia trueques rayanos con mi savia vitalicia regurgitada, sanguinolenta y ultrajada donde claudico damnificado a la farmacodinamia en numerosas ocasiones desvanecidas, esencia coetánea y desértica según obsolescencia en teoremas al son de un cuarteto de paredes siniestras infligiendo corrosivas, muros aguamarina delegados a controversia burlesca de una suprema corte rivalizada, ¿moro en menudencia escrupulosa fáctica hacia el acto lesivo mortal? u, ¿oprimo un estoicismo dictatorial nictémero bajo la fatamorgana de pervivir a los maretazos y resacas? mas, ellas admiten los pretéritos yerros caprichosos de imprudencia que hoy conquisto neutralizar revelando de latente a visible mi rebelión a circunloquios deprimidos, inaugurando el estor chirriante de la habitación ahora individual decretando indulgencia de huida manifiesta, porque ostento jurisprudencia de cuna a fin de tenderme subordinado a los rayos solares que suelo eclipsar lunático; <engendrando primoroso los benéficos frutos sublimes de mis quimeras idílicas aletargadas y aún en ciernes, esas, tantas veces relegadas por ir jugueteando a encarnar un dios>.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión