Desde el centro de mi animalidad que danza arrítmico marcado entre corcheas ansiosas y pentagramas rotos me permito desahogarme, en un cuarto de tiempo recorro las calles desgastadas por la vida, esquivando lo horrible de la repetición, pregunta tras pregunta nace del otro, de la música, del mazo la figura agigantada de la posibilidad, del trauma, de nosotros, de vos. Temis, Astrea y Forseti me visitan en mis sueños, sometido a su juicio estoy, mientras ellas se ponen de acuerdo él me mira esperando a que hable, que me defienda, siempre termina igual siempre termino condenado, casi entregado a la culpa de haber sido la negativa de mi Ser y ser en esencia pura la entrega como figura inerte a merced de la reacción. Innegable era aquella virtud de sacrificio pero no era para cobardes, Odiseo no podría haber sido “El Prudente” si esquivaba a las sirenas, yo no podía amarte de forma pasiva si quería nosotros. Asi entendí que había vivido enamorado de una diosa nacida bajo el sol de la justicia y en mi inmadurez me arrope con la comodidad del mortal que solo rinde alabanzas a lo divino sin atreverme a emprender, la campaña necesaria para acercarme un poco a vos.

Facundo H. C.
Escribo buscando personas, momentos, lugares para que las palabras se encarguen de inmortalizar mis melancolías más felices.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión