Un bosque de rosas. Una ráfaga de viento cálido movió sus cabellos. Ella detuvo su andar. La intensidad de un amor puro en su corazón la sobresaltó. Frente a sus ojos, un cielo colorido se abrió paso de entre las rosas que florecían y, un encuentro, orquestado por el sol del atardecer, de un destino infinito, estaba por suceder.
Ella cerró sus ojos, aves comenzaron a danzar a su alrededor, sus pies se elevaron del suelo y, al abrirlos nuevamente, pudo verlo llegar, a través del reflejo del sol con el mar. Ella y sus anhelos de amor más profundos.
De repente, una llamarada de luz dorada y una fuerza del destino, los acercó. Sus manos rozaron en un leve susurro de amor. Una suave melodía sonaba desde la lejanía. Él la observaba, brillante y única como era ella: su Ángela, su amor eterno, su vida misma, su sueño hecho realidad, su ángel. Caminó, entonces, hacia ella, decorando las flores del camino con huellas de amor y sus cuerpos se fusionaron en un sólo destello mágico de los cielos.
—Mira, amada mía, sol de mis amaneceres, luna de mis noches, ¿Cómo es que del sol nacen estrellas? —expresó él con su respiración ajetreada, sonriendo—. ¡Mira y siente la unión celestial de nuestro camino!
—Dime, tú, amor, las palabras de un poeta, compañero de las flores y colorea mis mejillas —exclamó, Ángela, con su brillo característico de encanto en sus ojos—, dímelo y acurrúcame en la esencia de ellas hasta el universo perdurable del infinito amor.
—Deseo, que mi amor por ti pueda encontrarte siempre, en mas de mil puertos de toda nuestra vida. Deseo, deseo y deseo que en ti, en mi y en nuestra alma, bajo esta lluvia de pétalos de rosa que hoy acontece ante nosotros, el amor eche raíces en los cimientos más puros y verdaderos de la existencia de este maravilloso paraíso de pétalos de rosas de este mundo.
Ángela lo miró con alegría y se abalanzó hacia sus brazos. Ambos fueron obsequiados al mismísimo cielo, recorriendo océanos, atardeceres y amaneceres, pero, al dar paso a la noche, la luna fue acompañada de una estrella que iluminaba con fuerza su presencia: la unión eterna de su amor se había tallado en las nubes.
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Comprar un cafecitoAgus Chiera ✨🌹
Escritora del género romántico. Autora de "La sombra de Carolina" y de "Carolina. Sol ardiente del desierto". Amor por los relatos cortos de romance 😍❤️
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