¡Retira ya!
¡Retira ya la piedra de la locura!
¡Penetra en lo más profundo de éste enajenado
y dale la libertad que tan gentilmente gozamos!
¡Rompe! ¡Rasga! ¡Muerde lo que sea necesario
para llegar a su esencia!
¡a su más profunda creencia! (su errónea creencia)
¡¿Qué importa si desatamos los nudos de Futhark?!
¡o lamemos con lengua amarronadamente lasciva
las alas del dragón!
Tú penetra sin piedad, ¡porque así debe ser hecho!
Retira esa avellana con olor a piña
y tinte de tercer ojo
que tan profunda como un cangrejo
se arraigó.
Que tan sagradamente se escondió.
¡Cambia ya el color de la música!,
niega la santidad de la tierra,
olvida tus orígenes…
que cuanto más ducho seas,
más brotará hacia mí la preciada joya.
Flotará hacia mí
como un cuerpo henchido de ahogo
en el mar.
¡No creas que eres el primero!
Mira la bacinica que rebosante cuelga de mi cintura.
¡Vincent! ¡Poe! ¡Schumann!
Cientos de ignotas víctimas (perdón, atormentados)
cedieron no sin luchar su esencia (perdón, tormento).
¿Y cómo están?: ¡hartos de vida!
¡Daña! ¡Ríe! ¡Mata! ¡Llora!
¡que casi estás curado!
Que casi estas domado.
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