Chau, mi amor; me despido.
Te vas a dormir, ojalá sueñes conmigo, espero aparecer en tus sueños, no quiero invadirte, no quiero molestarte, solo quiero manifestarte todo lo que me haces sentir: quiero arroparte, cubrirte con una manta que te sirva de escudo, quiero aliviar tus males. Acuéstate sobre mi pecho, llevo angustias por dentro, pero mi corazón no se detiene y late muy fuerte (fuerte pero lento) así para que puedas escuchar sus ecos confesándote todo su amor. Cerraré tus ojos, no sientas miedo, contaré tus pestañas, contemplaré las ventanas a mi cielo.
Chau, mi amor; me despido, pero aún sigo aquí, no me pienso rendir. Prometo que si me tropiezo me levantaré, me reconstruiré.
¿Seguís presente mi amor? te necesito, como sea que estés, pero necesito de tu presencia, yo ya no puedo dormir sin tus caricias.
Chau, mi amor; dormí, descansá tranquilo, yo te cuidaré. Te cuidaré más que a mí misma, y no, no es que no me quiera, es que ya encontré un motivo importante por el cual seguir de pie. Te cuidaré, mi tesoro preciado, el único que anhelaba que sea encontrado.
Chau, mi amor; espero nunca alejarte y seguir poniendo mi esfuerzo en cuidarte, aunque de nada vale, porque sé que sos más fuerte, más resistente, más capaz de seguir adelante. Debo confesarte: descubrí que podrías seguir un camino sin mí, pero yo, si no te tuviera, estaría perdida.
Chau, mi amor; me encanta adorarte
Chau, mi amor; te amo como nunca amé a alguien.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión