18/11

he leído tu escrito justo antes de cenar, no sé que pensar pero me emociona que llegues a donde quieres llegar, luego me he dicho pues voy a comer ya, dejando mis palabras huecas en sal.

¿cuando he dejado que lo inminente se eche a perder?

ahora prefiero ceder ante el descaro de la sencillez y de las costumbres, y ¿dónde quedo yo entonces? si el hambre es lo que me nutre.

ya no sé quién eres, nunca lo he sabido, todos vivimos en ojos de desconocidos, todos vivimos en ojos desaparecidos que hacen aparecer lo que es mío, lo que es tuyo.

no sé si lo que digo me dice algo, quiero usarte para aclararme cada infarto, cada atraco, quiero usarte para odiarte para que al menos me sirvas de algo. Y huiste sin pausarte, sin dejar ni rastro, y yo pensando si al menos te serví de algo, te percibí en pasos y dejaste tus pies descalzos.

Quiero que me sirvas de algo, si de algo sirvieron tus ejemplares disparos si de algo el cielo te dejo de paso si quisieras de verdad hacerme daño aparecerías al menos una vez al año, una vez al año, en mi cumpleaños, te dije todo lo que no pudiste hacerme y se secó el paño, es claro, de ti solo me quedan legañas, ni migrañas, te odio porque necesito odiarte para olvidarte, si de algo sirvió conocerte es saber que es tu modus operandi pero que te da igual la gente, dejo abajo el cielo al verte.

la cena está fría.