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Quizá si soy un poco torpe cuando debo hablar de emociones y sentimientos, probablemente me quedo con la mitad de lo que me gustaría decir cuando estoy contigo. Y aunque lo sepas y seas consciente de mis sentimientos profundos por tu corazón, nunca creo que es suficiente.

He expresado un montón de veces lo mucho que te amo y no existe una cantidad concreta de lo mucho que mi corazón ama el tuyo, es como si cada día que pasa voy enamorándome y fundiéndome más en tus pequeños y grandes detalles. Así que las veces que te digo ‘te amo muchísimo’ siempre quedan diminutas al lado de lo mucho que siento por ti.

Me gustaría poder enumerar las cosas que me gustan de ti, esas cosas que suelen sacarme una sonrisa o hacerme creer qué estoy en un sueño constante del cual no quiero despertar, queriendo que esa droga me siga consumiendo hasta el punto en que me haga pequeño y pueda derretirme en tu piel.

Quiero desglosar alguna de ellas, quiero hacerlas presentes.

a.- Me enamoré de tu carita: esos ojos brillantes; si supieras la capacidad que tienen de iluminar mi camino con solo mirarme, la calma que me trasmiten en los momentos de desánimo, con ellos me puedo dar cuenta de que tu amor es genuino y me permiten tener cierto grado de confianza que tomo con facilidad.

Quiero destacar tu sonrisa, incluso en los momentos más difíciles, un pequeño indicio de ella puede llegar a aliviar el dolor arraigado en mis entrañas. Son pequeñas dosis de calma que me endulzan de una forma que quizá no sea consciente, pero es existente y muy fuerte. Amo como tus mejillas brillan cuando estás expresándote de una forma alegre o comiendo algo que te hace eternamente feliz (enchiladas verdes) y eso causa que tus ojitos queden chinitos y muy pequeñitos, qué ganas de pasarme el día besando tus párpados y peinando tus pestañas con el cuidado de mis dedos. Confesaré también que soy amante de la punta de tu naricita, es por eso que suelo besarla mucho. ¿Te has dado cuenta de que es por eso? Amo también el color de tu piel y el aroma que emana, embriagador y dulce. Adoro tus orejitas y dejar mensajes de amor en ellas con un susurro íntimo.

b.- Cuando te veo disfrutar de las cosas que más te gustan: una sensación cálida y de amor inocente se apodera de mi pecho ¿Alguna vez te habrás dado cuenta de que cuando estás concentrado tu ceño se frunce e incluso tus labios se abultan un poco? Más de una vez lo he notado con tu lengua asomada entre tus labios, intentando armas tus rompecabezas, y es que te ves adorable. Adoro ver cuándo encuentras una de esas películas bobas que tanto te encantan, que por más infravaloradas que sean adoras ver y dedicarles tu tiempo, guardándolas en tu memoria fielmente.

c.- Las innumerables maneras de tu amor: tus atenciones son unas de las más grandes que he experimentado ¿Cómo así? Todos los días veo interés genuino en nuestras conversaciones, te dedicas a saber cómo estoy y con certeza puedo decir que amo contarte cómo es que me estoy sintiendo a lo largo del día. Me encanta poder entablar una conversación contigo y no sentirme juzgado en el proceso de abrir mi corazón. Amo como tus caricias me hacen tocar el cielo y sentir cómo puedo amoldarme sobre una nubecita, liviano y acogido, entregado totalmente a explayarme y aventurarme a reencontrarme. Tu capacidad de hacerme sentir bien es inexplicable, incluso para mí suele ser algo difícil de entender aún, y cómo con el acotado tiempo que llevamos amándonos he podido sentir que he explorado el universo entero a tu lado. Amo con locura la forma en que nos entregamos al otro, el sabor de tus labios y la forma en que tus manos recorren mi cuerpo, siempre curioso. Como tu mirada profundiza en la mía y sé que estoy en el momento correcto. Como te introduces en mi piel y la haces vibrar de una forma que hace cuestionarme la capacidad de mi autocontrol, es una sensación que mi cerebro no quiere encontrar la forma de detener, y no lo hará.

d.- Y por último, amo lo que eres: la calidad de persona que llevas bajo tu piel, como un corazón como el tuyo, merece ser cuidado por la eternidad, y aunque la vida muchas veces llegue con la clara intención de marcarte y dañarte, puedo asegurarte que estaré a su lado, cuidando de ti. Eres una persona dulce y amable, empática y cariñosa, con una mente brillante que estoy seguro muchos pueden llegar a anhelar, con una inteligencia increíble y de la que eres poco consciente… tienes tantas virtudes que a veces los días nublados te las oculta sin siquiera tener un poco de compasión con tu corazón. Y aunque yo no tenga la misma fuerza que esos pensamientos voladores y grises que llegan a ti como una estrella fugaz, pasando rápidamente y dejando una visible marca, creo ser lo suficientemente bueno como para ser un soporte pequeño que te ayuda a encontrar esa filtración de luz. 

Te amo, Amaité, desde tus pensamientos más íntimos hasta la superficialidad de un chiste mal hecho, amo cada pedacito que me entregas, te amo en tus altos y bajos.

Esta es una declaración de amor, una de las miles que he hecho en mis días. 

Una confesión a viva voz, con sabor a vida, escrita con todo el amor de un alma lluviosa.

- Lucerys.