05.

El cinco de cada mes llega como siempre, sin aviso, y sin embargo, lo espero. Ya sabes cómo ocurre. Me sorprendo de nuevo pensando en ti, como si el cinco tuviera un significado que el resto del mundo no conoce. Algo pequeño, algo entre nosotras. Cada cinco de cada mes me encuentro aquí, sentada, con la misma pluma en la mano, las mismas palabras que buscan decirte lo mismo de siempre, lo mismo que el cinco me recuerda: te pienso. Te pienso en cada gesto, en cada instante.

 El cinco de cada mes se convierte en ese punto fijo donde todo lo demás deja de tener sentido. Siempre el cinco, nunca otro día, nunca otro momento, siempre ese. Me pregunto si tú también lo sientes, si también, al llegar el cinco, algo en ti se detiene un segundo más en mí. Es curioso cómo el cinco de cada mes se ha colado en nuestros días, sin esfuerzo, sin presión, y aun así, siempre está ahí, siempre nos marca. 

No sé qué tiene, ni por qué, pero el cinco de cada mes me llena de esta certeza, una certeza que no puedo explicar del todo. El cinco es nuestro, de alguna manera lo es, como si nos perteneciera, como si nos hablara de algo que ni siquiera hemos dicho en voz alta. El cinco de cada mes se convierte en el día donde más te pienso, más te siento, más te tengo presente, aunque no lo busque.

Cada cinco de cada mes escribo, sin saber por qué. Escribo porque es el cinco. Escribo porque en este día las palabras parecen encontrar su camino más fácilmente, como si supieran de qué hablo antes de que siquiera lo entienda yo misma. El cinco es ese recordatorio, ese pequeño golpe suave que me hace volver a ti, que me hace repetirme, con esa constancia tranquila: estás aquí, siempre has estado aquí, y el cinco de cada mes solo lo confirma. El cinco me lo dice, y yo, sin poder resistirme, lo acepto.

El cinco de cada mes. Siempre el cinco. Me divierte pensarlo, me llena de calma también, saber que en algún lugar, en algún momento, cada cinco me llevará de vuelta a ti. Y aunque no lo diga, aunque no lo confiese en cada palabra, sabes que el cinco siempre será nuestro.