Quiero fundirme entre tus manos.
Deja que el calor me toque,
y me consuma,
y se esfume,
y me atrape,
y me arrastre.
Deja que el calor me queme,
que el fuego me absorba y me lleve lejos,
que el amor se vuelva rezo
a la perfección de tus labios.
Vuelve tus ojos a los míos
y júrame mentiras.
Atiende a mi eterna súplica
y haz que fluya el río,
el río de amor,
el río de sueños,
el río de mi entereza.
Que tus manos sigan el camino
del deseo que se dibuja en mi piel,
que tu cuerpo sea la ruta
por donde se pierda mi alma.
Hazme tuya en cada suspiro,
en cada roce que aún me quema.
Déjame ser la llama
que enciende tus silencios,
que te consume,
que arde.
Y cuando mi amor
se desborde en tu ser,
haz que el tiempo se detenga,
que el mundo nos mire
y solo exista la certeza
de habernos amado.
Que sólo existan tus labios
y mis dedos palpando tu piel,
y lo eterno que se ve el amor
cuando no entiende de fronteras.

Blanca Bermúdez
Escribo para sacar del alma lo que no se puede decir en voz alta. No soy perfecta, pero cada poema es una parte real de mí. Gracias por leerme. Quédate. Comenta.
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