𝘔𝘢𝘺𝘰 𝟤𝟧.

Hablo por la cantidad de veces que calle, porque el silencio ya no es escape y porque hacerlo parece sanar heridas extraviadas.

Las cicatrices se desvanecen entre miedos y malas costumbres, entre palabras alborotadas dichas para ser escuchadas, quizás para ser entendidas.

Hablo, pero cuando hablo con vos nada parece ser necesario. Me cautivas, te oigo y me pierdo en las curvas de tus labios.

Que esto no sea en vano, no dejes que lo olvide tan facilmente.

Permitime soñar despierta, ahogarme entre risas compartidas, entre cosas que parecen no tener sentido pero que cuando se trata de los dos todo es mucho más simple y llevadero.

Las palabras no terminan, la ausencia se desvanece, quererte se hace fácil pero querernos me pone perpleja.

No quedemos en un ojalá por favor seamos más que eso.

Dejo acá mis sentimientos, en hojas sueltas y tintas arrastradas; que tus besos sean lo primero y lo segundo mi carmín.