Mi mundo fue alterado cuando tú llegaste a merodear en él y opté por darte una cálida bienvenida.
La fragilidad que mostraste me impulsó a querer cuidar de ti y de ese afligido corazón que llevabas en el momento.
Me mostraste lo que más te llenaba de felicidad y mi atención siempre estuvo en ti, en ese deslumbrante brillo que tus ojos adoptaban cuando hablabas.
Entonces quise hacer unos cambios en mi mundo.
Me prometí amoldarlo para que no tuvieras la necesidad de partir, para que decidieras quedarte conmigo.
Logré ese propósito, hicimos una vida juntos y fuimos felices en nuestro momento, pero el paso de los días me ha traído la extraña sensación de que la realidad podría ser otra, que tal vez mi mundo y tu mundo en son más distintos de lo que alguna vez creímos, que no encajamos como dejamos ver.
Desearía jamás haber comenzado a ver esas señales.
Estoy condenado a luchar contra ellas cada vez que aparecen.
Es mi cariño el que aún me hace guardar la esperanza de que un día todo vuelva a ser como alguna vez fue,
pero también sé que nunca nada vuelve a ser igual dos veces.
Recomendados
Hacete socio de quaderno
Apoyá este proyecto independiente y accedé a beneficios exclusivos.
Empieza a escribir hoy en quaderno
Valoramos la calidad, la autenticidad y la diversidad de voces.
Comentarios
No hay comentarios todavía, sé el primero!
Debes iniciar sesión para comentar
Iniciar sesión